La cultura museística en tiempos difíciles
Tània Martínez Gil ׀ Joan Santacana Mestre ׀ Trea
Manual que vol rendir homenatge als anomenats ‘museus pobres’, als museus de sempre, els que han sobreviscut a les guerres, a les bombes, a la penúria i que van néixer gràcies al treball esforçat de bons treballadors i professionals de la cultura. Els autors denuncien que després d’aquests museus, amb objectes recuperats i investigats amb paciència però exposats amb moltes deficiències, van arribar uns nous museus amb magnífics edificis però sense objectes, sense investigació, insostenibles i inútils, nascuts amb l’única finalitat de donar servei als interessos especulatius que amenacen no només el desenvolupament de la cultura sinó també la seva pròpia existència.
Tania Martínez i Joan Santacana, que han desenvolupat en els últims anys una intensa activitat en l’àmbit de la museografia didàctica i interactiva, dediquen moltes paraules d’ànims als museòlegs i professionals honestos, amants dels objectes que custodien, conscients que són un baluard contra la barbàrie dels especuladors de la cultura. A «La cultura museística en tiempos difíciles», proporcionen algunes idees i bones pràctiques de cara a millorar la gestió i funcionament d’aquests museus. Els autors presenten 25 idees per al museu pobre, així com una llista dels 25 pecats capitals dels museu, que reproduïm a continuació:
Los 25 pecados capitales del museo
- No debería ser que el museo no informe previamente de las salas de exposición cerradas al público o en remodelación.
- No debería ser que el museo menosprecie al público juvenil e infantil, que en ocasiones es el mayoritario entre sus usuarios.
- No debería ser que el museo no analice nunca qué tipo de usuarios tiene.
- No debería ser que el museo no informe claramente sobre el sentido de la visita.
- No debería ser que los gustos, preferencias o manías de sus técnicos se impongan necesariamente al público.
- No debería ser que el museo no disponga de un servicio de documentación accesible al público.
- No debería ser que el museo disponga de expositores de libros y catálogos pero que nadie se haga cargo de venderlos.
- No debería ser que el museo preste o intercambie sus obras más importantes.
- No debería ser que el museo tenga absolutamente cerrada a la visita del público la biblioteca, el almacén o el taller de restauración.
- No debería ser que el museo no se preocupe de documentar exhaustivamente todas sus piezas.
- No debería ser que las medidas de seguridad del museo impidan la correcta visión de los objetos.
- No debería ser que los vigilantes de sala del museo consideren a los visitantes como un estorbo en su tranquilo quehacer.
- No debería ser que el museo siempre utilice los mismos recursos expositivos.
- No debería ser que el museo cierre sus puertas aquellos días festivos en los cuales los ciudadanos tienen tiempo libre para visitarlos.
- No debería ser que el museo tenga los ordenadores e interactivos siempre inoperantes o fuera de servicio.
- No debería ser que el museo restrinja sus horarios de visita cuando el número de visitantes disminuya.
- No debería ser que los responsables del museo no introduzcan recursos audiovisuales en sus salas por no preocuparse del mantenimiento o reposición de las bombillas.
- No debería ser que el museo no disponga de bancos, sillas y espacios cómodos para descansar.
- No debería ser que el museo desconozca que hay usuarios que necesariamente llevan consigo a bebés.
- No debería ser que el museo tenga solo limpios los servicios destinados a su personal técnico.
- No debería ser que el museo tenga solo calefacción y aire acondicionado en algunos despachos.
- No debería ser que las actividades del museo sean las mismas para niños que para ancianos.
- No debería ser que el museo sea inaccesible a los discapacitados.
- No debería ser que el museo exija silencio absoluto a sus usuarios.
- No debería ser que el buen museo sea solo aquel que tiene una buena tienda.
Podeu consultar aquest llibre al Centre d’Informació i Documentació
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