La divulgación como mediación
Hemos creado una serie de fronteras para delimitar las diferentes formas de conocimiento. Estereotípicamente las agrupamos en ciencias y humanidades, o tal y como las llamó C.P. Snow, las dos culturas. Estas fronteras nos resultan útiles a la hora de organizar los saberes, compartirlos, enseñarlos, demarcar tareas profesionales, etc.
Cuando nos acercamos suficientemente a las fronteras, el límite entre unos saberes y otros se vuelve difuso. En esas zonas transfronterizas es donde la divulgación encuentra una valiosa y enriquecedora herramienta de comunicación.
Si estos vínculos entre saberes los establecemos por medio de la divulgación, podremos conseguir ensalzar las diferentes formas de conocimiento, sin colocar a ninguna por encima de las demás. Es una tarea profusa para aquellos que nos hemos formado bajo un sistema educativo bicéfalo, en el que se nos ha explicitado que, entre esas dos culturas, hay una que se presenta como la élite.
La divulgación es útil para mostrar que la élite es impostada y cambiante, que no hay ninguna forma de conocimiento más importante que otra —de hecho, no la hay—. Para logarlo es indispensable conocer en profundidad las disciplinas entre las que se quiere mediar, de forma que el conocimiento se presente como algo global, no segregado, que no esté más condicionado hacia un lado de la frontera que hacia el otro. La realidad es que la deriva de las diferentes formas de conocimiento se da de esa manera: no podemos hablar de ciencia obviando el contexto social, económico, artístico, etc. Todos los saberes influyen en la deriva de los demás, en mayor o menor medida.
En este vídeo pongo dos ejemplos, de entre los muchos que hay, de temas de divulgación a través de la relación entre las ciencias y las artes. Estos temas son, precisamente los que desarrollo en mi actividad investigadora. Por un lado, la ciencia y la tecnología produce herramientas que son útiles para las artes. Los diferentes materiales y técnicas no sólo condicionan que una obra pueda ejecutarse, sino que también delimitan el imaginario de los artistas. Por otro lado, la cultura científica también nos ayuda a interpretar el sentido de los materiales empleados en arte, sobre todo en arte contemporáneo, donde los materiales suelen escogerse por una cuestión de significado.
La conclusión a la que he llegado es que la divulgación es mediación, y no sólo con respecto al espectador, si no que nos sirve como mediación entre las diferentes formas de conocimiento. En eso consiste la cultura, en un saber integral e integrador.
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- blog de Deborah García Bello
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1 comentari
Sobre art i ciència podeu llegir l'article 'Pinto así porque puedo' de Deborah, publicat a Jot Down.
«Las técnicas y los materiales propiciados por el avance científico no sólo influyen en la deriva del arte, sino que delimitan el ideario de los artistas. Para que algo pueda hacerse, primero ha de ser imaginable»
Salutacions i bona lectura!
RM