Octubre de 1913. Henry Ford obre la primera cadena de muntatge a Detroit (EUA). Immediatament, es posa de relleu el que de manera gairebé unànime va ser reconegut com un signe del progrés: no pas la velocitat que permeten, sinó que els automòbils deixen de ser un objecte de luxe. I és que, amb aquesta nova forma de producció, es redueix el temps de fabricació, els costos i, evidentment, el preu. L’any 1908, Ford ha tret 18.000 unitats. Però el 1914, quan esclata la guerra, ja són 300.000. Acaba de començar el capitalisme fordista i, amb ell, la seva característica expansió del mercat i, al mateix temps, de manera simultània, amb la intervenció d’altres factors, la cultura de masses.
Hacia un manifiesto de los [ESPACIOS] de nueva generación
Raúl Oliván | raulolivan
1. Hay espacio donde hay personas. Una construcción adquiere categoría de espacio cuando tiene una unidad de referencia con la que medirse. La única unidad que puede dotar de dimensión significativa a un espacio son las personas. El mejor indicador posible es cuántas personas producen/obtienen cuánto valor en los márgenes de un espacio dado.
2. Los tres modelos de gestión que conocíamos hasta ahora (público, privado y social) deben dar paso a un cuarto paradigma. Un modelo de confluencia e hibridación donde las fronteras desaparecen.
3. Las iniciativas más confluyentes son las que mejor se han adaptado a los vertiginosos cambios de nuestra era. Cada uno de los tres vectores aporta habilidades esenciales a los proyectos de nueva generación. La inteligencia colectiva y la empatía del enfoque social; la escala, el músculo y la seguridad jurídica de la acción pública; la capacidad de innovación y orientación a resultados de la lógica privada.