La ecuación de la cultura [Cultura = Artes + x]

El libro escrito por el profesor Max Fuchs, escritor, político y crítico de arte especializado en estética del arte y educación nos muestra una vez más su amplio conocimiento acerca del tema. Su paso directivo por el Deutsche Kulturrate (2011-2016) y actual presidente del boletín, Kubi-online lo convierten a día de hoy en uno de los pensadores alemanes de mayor influencia.

Para entender la política cultural en este país, el autor presenta el marco de actuación y sus diferentes esferas. Estado, mercado y  sociedad civil  se enlazan en la ejecución de las políticas culturales bajo tres líneas de actuación: conservación del patrimonio «Kulturerbe», la educación de la cultura «Kullturelle Bildung» y la protección de la clase creativa «Künstlerförderung». Una de las principales labores de este tipo de políticas no es su fin mismo sino su utilidad como  mecanismo. Conseguir proteger e incentivar el sector cultural y evitar que caiga tras las leyes del mercado liberal.

Para ello, expone que una de las principales razones se basa en que el paradigma de la sociedad no se debe interpretar desde la suma de objetos y personas, sino la interacción entre estos. Estas relaciones se encuentran a diferentes niveles; el individuo y comunidad, generaciones jóvenes y adultas, sexos y clases. Tal y como cita Eagleton, uno de los problemas comienza por  las dificultades del lenguaje. La cultura es un término que da valor a la existencia del ser humano, un objetivo vital para mejorar la calidad de vida desde la perspectiva del afecto, las relaciones y la pertenencia.

Por otra parte el autor, cuestiona cómo evaluar estas políticas y como no, la interpretación del sociólogo Matarasso no podría faltar en este pequeño manual. Cincuenta razones, justifican de modo antropológico, económico, territorial, afectivo y profesional la necesidad de las artes para el desarrollo de la sociedad.

La panorámica de este libro extiende de forma ordenada, la definición de cultura, como se gestiona (políticas culturales) y sus consecuencias tanto a nivel local como internacional. Desde su instrumentalización, para llevar a cabo estrategias geopolíticas que ejercen países a día de hoy, hasta las políticas exteriores/interiores que abanderan este término y la ambigüedad que esto representa.

Desde la esférica política el autor cita el concepto de «Leitkultur», acuñado por el politólogo Bassam Tibi, invitando a repensar el concepto de interculturalidad que aboga la UNESCO  y como realmente este concepto se diluye a medida que se aplica en las políticas culturales. Tal y como cita Fuchs en una entrevista al periódico NGZ «No es casualidad. Si el 20% de nuestros estudiantes no alcanzan los niveles básicos para la comprensión lectora según el barómetro de PISA, significa que algo falla en nuestro sistema escolar, pero además, si de este porcentaje  la gran mayoría tiene raíces extranjeras, no estamos hablamos de riqueza  cultural, sino de criterios de exclusión social. Hecho que viola los derechos humanos».