Además de estimular el hábito lector, favorece el aprendizaje y les otorga mayores habilidades para facilitar su inclusión educativa y social
Un estudio realizado por la Fundación CNSE para la Supresión de las Barreras de Comunicación, con la colaboración de la Universidad Autónoma de Madrid y la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, y con el apoyo del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha demostrado, por primera vez, que la lengua de signos tiene un impacto favorable en el hábito lector en la educación de jóvenes sordos.