Hace algunos años CETAE (Centro de Estudio Transversal Aplicado a la Escena)1 organizó unas jornadas de reflexión sobre creación escénica contemporánea, cuyo objetivo era conocer diferentes experiencias artísticas y proyectos de investigación, que visibilizaran la aportación de las artes escénicas en relación con los imaginarios sociales. Una artista me preguntó qué hacía una gestora cultural en unas jornadas sobre creación. La respuesta fue otra pregunta: ¿cómo podemos gestionar aquello que no conocemos?