Los pasos valientes

David Márquez Martín de la Leona | Zeitgeist

Sin mucho ruido y pasando desapercibido, el barómetro de diciembre del Centro de Investigaciones Sociológicas publicado hace unos días nos revelaba datos muy asombrosos, esta vez sobre cultura y no sobre intención de voto, como nos tiene acostumbrados últimamente. Sin embargo de estos datos poco se ha filtrado y menos se ha analizado pese al interés que tienen para los que queremos entender mejor el “hecho cultural” del país en el que vivimos.

La prensa se centró en los datos que de los hábitos de lectura se desprendían de las tablas del CIS: leemos poco. Albricias, un nuevo estudio que revela lo que año tras año nos vienen recordando, ya sea desde el Gremio de Libreros, desde el Ministerio de Cultura o desde cualquier otro vocero. Los análisis en este ámbito van goteando con la misma cadencia y la misma letanía: se publican menos libros, se tensan las tiradas (muy pocos libros tiradas muy grandes, muchos libros tiradas muy pequeñas), un mercado interior que pierde fuelle, uno exterior que también, aunque menos; y así en una retahíla de cifras, propia de una industria, la del papel, que vive esquizofrénica entre lo cultural y artístico con lo económico y rentable.

Trasladen el tema a los otros ámbitos de la cultura y no me confiesen el hastío, porque si no, no podríamos continuar, ni yo escribiendo, ni ustedes leyendo.

Desde estas líneas yo vengo reclamando un cambio de enfoque que permita también así un cambio de paradigma cultural, tan necesario tanto para los trabajadores de la cultura, como, por ser beneficiarios últimos, para los ciudadanos mismos.

Miren este gráfico elaborado por el citado estudio del CIS y quizá me entenderán mejor la reclamación.

Elaboración propia a partir de los datos del Estudio nº 3047 del Centro de Investigaciones Sociológicas. Pregunta 9: “Me gustaría que me dijera, en qué medida le interesan los siguientes ámbitos de la cultura que voy a mencionarle”.

Se pueden hacer muchas críticas, observaciones o sugerencias de mejora al diseño del formulario del CIS (para empezar sobre si estos ámbitos escogidos son los correctos o se deberían ampliar, agregar o reducir), pero no se le puede negar que la fotografía que arroja es inquietante.

Haré una lectura muy sencilla y muy clara del gráfico: hay ámbitos de cultura que a los ciudadanos interesan mucho o bastante, otros que interesan más bien poco, y otros que interesan más bien nada.

Qué hacer para cambiar esas preferencias de los ciudadanos?

No hay respuesta, sino respuestas. Algunas respuestas que nos pueden hacer evolucionar el modelo cultural (paradigma) con el que queremos funcionar. Permítanme proponerles cuatro controvertidas fracturas que, a mi entender, lastran la posibilidad de proponer ese nuevo modelo cultural, al no avanzar porque no se debaten suficientemente y con profundidad. Cuatro fracturas, que de superarse nos colocarían en un nuevo entorno o plano:

  1. Fractura ideológica entre liberales (economicistas) e intervencionistas (pro-status quo). O los que ven la cultura como un sector productivo más y que se comporta como tal, o los que defienden la cultura como una herramienta del brazo de la Administración (y por tanto del gasto público).
  2. Fractura axiológica entre los que consideran que la cultura como portadora de valores estéticos en si y los que les reconocen esencialmente los valores sociales. El artista versus el ciudadano. El significante versus el significado.
  3. ...

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