Dicen que no hay dinero para la cultura y que por eso las cosas están "así de mal". Pero al margen de lo discutible del argumento, ¿cómo es posible que se haya llegado a un escenario tal, casi de siniestro total en lo que atañe a la actividad cultural de muchas de nuestras ciudades?
Pese a la crisis económica experimentada en los últimos tiempos, es necesario precisar que el gran problema de la cultura en España no es la financiación, sino la perniciosa falta de políticas culturales. Es debido a esta carencia -y no a una supuesta falta de dinero- por lo que la cultura está sufriendo, entre otras cosas, recortes inesperados y arbitrarios que han derivado en presupuestos escasos, ridículos o inexistentes.