La reforma de la Administración local se aborda desde un punto de vista estrictamente económico para garantizar la estabilidad y sostenibilidad financiera. No se considera la reforma de las Diputaciones, Cabildos o Consells Insulars, mucho más cuestionados por los ciudadanos y sin embargo no se tiene en cuenta el principio de autonomía local.
La promoción de la Cultura y los equipamientos culturales no se definen como servicio mínimo obligatorio para ningún municipio, independientemente de su población, aunque en alguno de sus artículos haga referencia a instalaciones culturales.