Pasar la gorra. Carlos Gil Zamora

01 Sep 2013 Escrito por Carlos Gil Zamora

En una red social se ha mantenido durante la pasada semana un debate bastante interesante sobre una iniciativa que se está consolidando como marca con el bonito nombre inglés de "Pay After Show", que en traducción castiza sería el proverbial y ancestral, pasar la gorra después de actuar. En unos encuentros que he participado en Brasilia, en el contexto del Festival Cena Contemporânea con la invocación de "Creatividad y Transformación de las Ciudades", ha aparecido, como no puede ser de otra manera, el problema de la financiación de la Cultura, y se han tocado asuntos sobre la micro financiación, la esponsorización, el mecenazgo, el crowdfunding y todos esos conceptos viejos, traducidos al inglés, que suenan como más impactantes.

En los momentos de máxima acritud en el debate de la red, se colocaron posturas que parecen irreconciliables y que están marcadas por un sentimentalismo y un concepto neo-liberal de la oportunidad y del "esto mejor que nada", que conmueve. No estoy en contra de la fórmula de que el público pague después de haber visto la obra lo que le parezca adecuado. Todas las fórmulas para captar indecisos son, en principio, aceptables. Lo que me parece que entra en otra dimensión del asunto es que se organicen con entidad pomposa festivales, circuitos, programaciones con esta invocación.

Estaba pensando que si se extiende esto, a lo mejor pago el chuletón de buey no a peso, sino según me gusta. Y como el verdejo no esté frío, me lo bebo y le digo al camarero, hasta luego Lucas que no me ha gustado. Voy, elijo unos zapatos, me los llevo puestos, ando con ellos una semana y vuelvo y le digo a la dependienta, nada de ciento quince euros, estos valen, a mi entender, treinta y cinco. Y porque estoy generoso.

Querido Gonzalo Andino, nadie te quita la legitimidad para proponerlo y hacerlo. No dudo de tu buena voluntad, todos quienes te conocemos sabemos de tu constante inquietud por crear espacios, por inventarte maneras, formas, nombres, convocatorias, pero se corre un peligro, y es consolidar de manera bonita, y en inglés, la miseria y se den vías de escape para el deber de las instituciones para sostener la Cultura con dineros públicos. Al igual que se sostiene la Seguridad. O la Agricultura. Para decírtelo con el cariño que te tengo, es una ingenuidad creer que eso de pasar la gorra es sostenible. Es consagrar la auto-explotación, crear circuitos voluntaristas. Y no te voy a negar que en el escalafón de artistas en ciernes, en formación, es necesario que se fogueen. Es mejor una actriz pasando la gorra, que recogiendo propinas en una terraza de un bar como camarera. Indudablemente.

El problema es cuando se intenta hacer de ello un campo novedoso, una alternativa. Lo micro que tanto defendemos, nos va a matar. Ese micro, se va a convertir en microbio que lo infecte todo y nos corroa. Nos alivie desde la insignificancia y demos argumentos para que no se cumplan con los deberes políticos. Es necesario reclamar presupuestos suficientes y apropiados para la actividad cultural.

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Font : Artezblai.com

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